lunes, 22 de diciembre de 2008

Tengo agujetas.

Hacía años que no las tenía. La última vez que esos cristales de ácido láctico se me clavaron en los músculos, fue hace tres o cuatro años, al volver de un viaje de bajo presupuesto. Las agujetas las tenía en los muslos, y me salieron por cagar en vilo durante muchos días. Ese fue el último deporte que recuerdo haber practicado.
Hasta ayer.
Ayer estuve toda la mañana, o por lo menos un rato, tirando un boomerang, y yendo a por él.
Sí, lo sé, merezco que el boomerang vuelva y me rompa los dientes.
Tengo el brazo destrozado de tanta pasión que puse al intentar que ese diabólico engendro hiciera algo más que dar vueltas y estrellarse contra el suelo. Alguna vez hizo una leve intención de volver, o eso me pareció a mí, pero no terminó de salirme. Debe ser por la calidad del boomerang. Un todocién no creo que sea la mejor opción para comprar uno.
De momento voy a estar una temporada en reposo total. Incluso puede que tenga que dejar este maravilloso deporte.
Lo siento por los espontáneos seguidores que me acompañaron ayer en mi exhibición. Ahora podrán pasear tranquilos, pero perderán la emoción que se instaló ayer en sus vidas cuando me veían lanzar un palo raro y se cubrían la cabeza en inequívoco signo de respeto por tan elevada afición.
Tranquilos, ya buscaremos otra estupidez igual de temeraria.
Lo importante es la salud, así que, aunque me joda, el boomerang se quedará en el maletero del coche cómo mínimo hasta el 2010.
No quiero precipitarme.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Vale, como si teclear sobre un ordenador no fuera un deporte. Eso sí solitario y sedentario. Menuda contradicción.
Tío, llevas el humor ácido prendido de la mirada.
¿Por qué no le mandas algo a Santiago Seguro, your tocayo?
Otra cosa, lo del viaje de bajo presupuesto a dónde fue.
FELIZ NAVIDAD.
Para que veas que estoy al loro.
Ya contestarás si eso.

Anónimo dijo...

Quise decir Santiago Segura, ya sabes, el de Torrente
Te dejo una perla japonesa. La palabra que hay que poner para que este cometario salga, se supone que para evitar el ataque de robots, menuda estupidez, como si no fuésemos robots es jiftsu. Es decir a falta de otra u, es silencio en japonés: fujitsu. Y luego dirán que la tele no educa.

Anónimo dijo...

Es que cuando alguien llega a una edad como la tuya es cuestión de ir cambiando las costumbres.........

( Mi madre bien, gracias....)

Roberto Hasting dijo...

UN boomerang que no vuelve, se llama palo.

Unknown dijo...

Estoy con Roberto Hasting. Palo! Pero también es un palo que no te dignaras a comentar la entrada que dedique a tu persona:

http://mialacena.blogspot.com/2008/12/idea-para-regalo-de-navidad.html

Un saludo hermano.

Paz

anselmo dijo...

¿Cuando aprendereis que el deporte no es bueno? A ver. ¿cuanta gente conoceis que se ha
yan lesionado en la barra de un bar con levantamientos intensivos de cervezas?

arquitecturach dijo...

deportes de riesgo a tu edad?????????jaajajajajaj

François de Fronsac dijo...

Feliz Navidad, Santiago.

Edito-e dijo...

Ay que bueno, hoy me he levantado con agujetas en los brazos...y he dicho...¡cómo es posible! si en los últimos días sólo he hincado el codo...y después de pensar un rato...creo que me dieron de aplaudir en un espectáculo que estuve allí. Me gustó mucho....pero, agujetas de aplaudir?? ay madre...gracias por tu visita, me encanta tu blog! besitos