miércoles, 4 de febrero de 2009

Motocicletas, vacaciones, otoño.

Bueno, pues si esas son las opciones de entrada allá vamos.
Siempre me ha parecido una mierda eso de "dime tres palabras, y te hago un relato". Tampoco me gustan los relatos cortos, en los que algo tiene que empezar y acabar en ocho folios. Y lo que más odio son los microrrelatos, sobre todo en los que tienes que meter determinadas palabras o temas por huevos.
Y dicho esto...
Era otoño (con dos cojones). Las hojas de los árboles se balanceaban cadenciosamente hasta alfombrar el suelo mojado (pfff, menuda mierda).
Silvia estaba de vacaciones. La gustaban mucho las motocicletas (aquí debería dejar de escribir; y no me refiero solo a esta entrada).
Arrancó su vespa y salió a dar una vuelta con otras motos por el simple placer de conducir. Era la típica concentración de scooters. Se juntan de diez a cien frikazos, se montan en unas motos lo más iguales y antiguas posibles, se van a emborracharse a un pueblo y vuelven en manada por carreteras secundarias, confiados en evitar el control de la Guardia Civil que se merecerían.
Dentro de poco habrá concentraciones hasta de carritos de la compra. Se juntan de diez a cien amas y amos de casa. Llenan los carros en el Dia, se dan una vuelta por el barrio con los carros llenos, se reunen en un jardín, traspasan el contenido de los carritos a sus estómagos, y tiran los carros al estanque/fuente/barranco o lo que haya. El caso es joder el carrito. Total, por un euro...
Llovía, pero a Silvia no la importaba. Había instalado una pantalla de metacrilato en la parte delantera de la vespa para protegerse del viento y la lluvia. Algunos miembros del club scooterista la miraban de soslayo y hacían bromas a su costa y a la de su pantalla. Ellos no llevaban pantalla. Preferían llenar su moto de retrovisores, pegatinas y otros ridículos adornos, y joderse de frío y mojarse. Habían visto demasiadas veces Quadrophenia. Eran unos cretinos.
El pelotón de vespas, Lambrettas y otras chatarras ostentosas aparcó en batería en la puerta de un bar de barrio. Silvia tuvo que dejar su moto en otra calle. Aquellos malnacidos ni siquiera la habían dejado un sitio.
En ese momento, apareció la concentración de carritos de la compra. Ni siquiera se molestaron en aparentar un encuentro casual. Armados con enormes salchichones y latas arrojadizas, comenzaron a destrozar reliquias de 125 y 200 cc. Si había otras cilindradas, también las jodieron.
Solo quedó entera una moto. La que tenía pantalla.
Pfff.

16 comentarios:

Roberto Hasting dijo...

Lo de improvisar una canción con tres palabras que le decía el público, lo hacía de maravilla Moncho Borrajo, humorista infravalorado, un talento de verdad.
Daban ganas de azotarle.
A lo que iba, S.C., que me ha gustado mucho el microrrelato amotil.

caotico_jq dijo...

Oye, pues escribes muy bien... Yo lo de inventar un relato con tres palabras tampoco es algo que me convenza mucho... pero bueno, técnicas literarias.

Por cierto, ni idea tenía de lo del de Prison Break.

Anónimo dijo...

Menos mal que no te gustan, si te llegan a gustar:
Te propongo otro reto: una sola palabra: café

anselmo dijo...

¿Se libró la moto por tener pinta de moto de maruja?¿O porque parecía la moto de un repartidor de pizzas?. Inquietante, meditaré sobre ello.

/ dijo...

Gracias por tus palabras de apoyo y solidaridad.

BESOS

PD: La curiosidad es inherente al ser humano, si querés que te cuente que me dijeron, enviame un mail y yo te respondo contándote todo. No tengo ningún problema.

/ dijo...

Me gusta este relato, pero no te lo voy a elogiar, pues aún estoy enfadado porque me dejaste con el polvo por la mitad, y mas con fiebre.
jajaja.

BESOS

Anónimo dijo...

Oye, tus comentarios poseen cada vez más tono de acritud.

Buen texto, sí.

Beso.

/ dijo...

Gracias por el comentario, sos muy generoso. Ya no estoy mas enfadado por el polvo afiebrado inconcluso.

BESOS

Anónimo dijo...

Claro que no me molesta. Pero lo noté así. No obstante, para próximos comentarios dejaré de ser tan mal pensada, que me pienso que la gente conspiro contra mí.

Eres muy cool :)

Anónimo dijo...

Ajajaja! Bah. Qué asco dan los malentendidos y los malos pensamientos. Sé que no ibas contra mí, ha sido una tontería :)

Besos!!

Edito-e dijo...

Oye! lo que no se puede hacer es escribir un relato con ese aire de DESGANA ABSOLUTA!!!! jajajajaja....yo creo que las cosas se deben vender mejor, no?
Bueno, aún así valoro ese esfuerzo de crear un relato sin ninguna gana y que te haya quedado aceptable. Un besazo

Alma dijo...

Tirar el carro?? no, no, harta de tirar de él ligué en el super y en invierno, con un par (guiño)

Anda que... esto de improvisar un texto con palabras impuestas no es lo tuyo, te puede la desgana, Pfff...

Besos salados

Fernando Gili dijo...

Estimado señor S.C.
Deme tres piedras y le hago una escultura.
Pedantes, soberbios y gilipollas lo somos muchos.
Por cierto... ¿se le han acabado las pilas alcalinas? (a usted, no a sus juguetes sexuales). Estoy con mi adorada Elisa que este post parece escrito con desgana. Le recomiendo la ingesta de viagra y jalea real. Quizás no escriba con más ánimo pero la tendrá todo el dia morcillona (no hay mal que por bien no venga).
Siempre suyo
Un completo gilipollas

Anónimo dijo...

Perdón, tengo una duda:
El ' pffffffffff, menuda mierda' se refería al suelo mojado, o a la frase completa, cadenciosamente balanceada en tus dedos?

S.C. dijo...

Pfff...
La frase.

Me han acusado de desganado... ¿Te lo puedes creer?
Pfff, no sé... qué más da...
Pfff, pfff, pfff...

Unknown dijo...

me ha gstado el reto. Un dia intentare ponerlo en practica


Un saludo.