jueves, 14 de enero de 2010

Medical Doctor

-¿Seguro que es este el autobús?
-Da igual, nos vamos a quedar un rato aquí de todas maneras, que hace mejor que en la calle.

El autobús era el correcto. Me hice el "melasudatodo", pero había mirado cincuenta veces mi plano de rutas de los autobuses de Kioto. Sabía hasta el número de paradas que teníamos que esperar.

-Hello!
-Hello -y nos ponemos a inclinar la cabeza como locos y a sonreir por nada, emulando a nuestro interlocutor; el famoso Doctor W. (no me acuerdo de su nombre ni por el forro, aunque nos dio una tarjeta).

Presentaciones: Sí, sí, somos de España, estamos de vacaciones, hemos estado aquí y allá... su turno: tengo 77 años; ¿Sí? pues parece usted mucho más joven; oh, gracias, gracias; soy Medical Doctor, trabajo en un hospital y ahora voy a ver a un cliente particular. Llevo mis utensilios en una bolsa de plástico y me descojono con facilidad. También hablo de pena inglés o vosotros no lo entendéis bien, una de dos, o puede que las dos.

-¿Y cuánto dura aquí la carrera de medicina?
-77 años.
-¿Qué?, ah... se referirá a que un médico no deja de formarse -comentamos entre nosotros -estos orientales responden así, son muy poéticos.
-Mi familia es muy longeva, mi madre murió con 103 años.
-No, no, no le pregunto cuántos años tiene usted, sino cuánto se tarda en terminar la carrera de medicina.
-Ah, Fifitey years.
-¿Ha dicho cincuenta o quince? -volvemos a cuchichear ignorando al viejo loco que nos está dando la turra en el autobús.
-Habrá dicho quince, pero lo más seguro es que este tío no haya hecho ni el BUP.
-Fijo. Este es un cachondo; ¿Y por qué la gente lleva mascarilla por la calle?
-Mmmmm... -y fue un "Mmmmm" largo que te cagas.
-A ver si no se ha enterado, pregúntale otra vez a ver.
El viejo se empieza a tocar la nariz, y empieza a balbucear algo parecido a cof, vairus, cof, vairus...
-Ah, vale por los virus, la tos y tal, claro, claro...
-Yo tengo mi mascarilla aquí -dice el viejo volviéndose a tocar la punta de la tocha.
Y saca de su abrigo un envoltorio de plástico con unas cuantas máscaras. Saca dos y nos las da.
-Estas están nuevas, la mía la tengo aquí -y se descojona -I'm a medical doctor -dice volviéndose a tocar la nariz, y volviéndose a reir como un loco, como diciendo: yo, que soy medical doctor, no voy a ser tan hijo de puta de daros mi mascarilla llena de cof y vairus, para asegurar al cien por cien el contagio que pretendía evitar con el uso de tan absurdo complemento.
Nosotros nos reímos, y guardamos las mascarillas en el bolsillo, por si se había equivocado y nos había dado las usadas o por si nos había dado las usadas a propósito, y también porque no nos combinaba la mascarilla con la ropa que llevábamos.

6 comentarios:

la palabra en cierne dijo...

Eres la caña. Ya me decía yo que el viaje a Kioto se las traería. Por favor, mándame un poster tuyo para colgarlo en mi habitación.

Flamenco Rojo dijo...

A que al final te cambiaste de ropas y te colocaste la mask einti vairus…fijo que si.

Un abrazo.

El Padrino dijo...

Acabas de hundirme en la miseria. Acabas de dejarme hecho un trapo, vamos peor que una mascarilla con virus de varias personas y procedencias.
¿En Japón no se jubilan ni con 77? ¿Y tienen que ir a visitar a los pacientes en bus? ¿Tan mal llevan lo de la sanidad?
Ahijado, acabas de desmontarme un mito.
Yo pensé que estos no paraban de trabajar para gozar de una espléndida jubilación, pero es que siguen y siguen y siguen, vamos como el conejito.
¿Seguro que era Kioto u os equivocastéis de transporte y os largastéis a Marte?

S. dijo...

jajajajjajajaj es que alli son solidarios y no quieren pegar a nadie sus microbios no como aqui que cualquiera te pega una ladilla

Anónimo dijo...

Qué kistch, jajajaja.
El vejete debió ser la polla con el comentario de la mascareta.
Excelente, of cours.
Saludos!

http://libertineyporculerrochester.wordpress.com/

C. Chase dijo...

¡Oh, el gremio de la salud y su poderoso poder!